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jueves, 29 de agosto de 2019

Una reflexión botánica. - Otro cuento corto para antes de dormir…




Equo - Ilustración Digital
Elio Montiel
 … Quizás a ti no te gusten las rosas, sin embargo, no dejan de ser admiradas y preferidas por muchos. La belleza es a la razón lo que el capricho a la sensatez, así que lo que no ves en las rosas, posiblemente otros son capaces de descubrirlo, sin necesidad siquiera de observarlas, el aroma puede percibirse en la distancia por lo que no necesitas siquiera verlas para entenderlas como algo sublime. Sucede lo contrario con la “Flor cadáver” cuyo espectacular tamaño atrapa la atención de miles, pero su olor nauseabundo desdice su belleza anclada en lo magnifico de su tamaño. Entonces queda claro que es una cuestión de opciones que aceptamos o rechazamos; como siempre, queda de cada quien decidir sobre aquello que prefiere.
Me contaba una amiga que tuvo la oportunidad de asistir a una exhibición botánica donde exponían a la rara Amorphofallum Titanus o como dije anteriormente la “Flor cadáver”. Su curiosidad e interés eran tan grandes que soportó casi una hora de espera para pasar al lugar donde la exhibían ya que por razones ambientales era necesario evitar mucha gente en el recinto. Cuenta que durante esa hora soporto un olor nauseabundo a pescado muerto el cual, se desprendía de la extraña y gigantesca flor, algunos no lo soportaron y se retiraron, otros se conformaban con taparse la nariz con un pañuelo y algunos hasta vomitaron, sin embargo, aguardaron con paciencia hasta llegar a ver la rareza de la flor que tarda unos cuantos años en emerger.
Muchas cosas en la vida suceden de la misma manera. Algunas son como el perfume de las rosas y otras como el de la flor cadáver, y en ambos casos no dejamos de sorprendernos, vivirlos y revivirlos; porque a la larga todo es una enseñanza, todo es una apreciación y un riesgo que corremos por decisión propia, no somos infalibles, a veces nos equivocamos, no obstante, todo sigue su curso sin detenerse. La vida no se detiene porque uno quiere, ella continúa, aun cuando nos equivoquemos. Lo
4 Gatos - Ilustración Digital
Elio Montiel
importante es saber si seremos capaces de enfrentar el reto de la vida con todos sus matices.
Sé que mañana al levantarte te cuestionarás, y al final tomarás la decisión que creas conveniente. Nadie puede decidir por ti y te recuerdo que sea lo que sea que decidas mañana también estaré para escucharte, sin juicios ni reprimendas…
Ahora duerme, recuerda que mañana el transporte del colegio pasará a las 8 y 30 de la mañana para llevarte a tu primer día de clases… felices sueños

Elio Montiel

miércoles, 28 de agosto de 2019

El Hacedor de Cruces - Serie de cuentos cortos para antes de ir a la cama


El Hacedor de Cruces

-          ¿Y Usted que hace?
¿Yo? Nada importante Señor… yo solo hago las cruces para el cementerio local…
Ilustración: La Puerta.
Elio Montiel

Y… ¿Cuántas cree que ha hecho?
¿Yo Señor? Diría que… unas doscientas cruces
O sea, es Usted carpintero
No Señor, sólo soy un hacedor de cruces por encargo. Yo hice las cruces de todas esas personas cuando fallecieron. Una de madera, otra de hierro; y en algunos casos solo las marcaba sobre la tierra fresca de la tumba.
¿Y por qué así?
En algunos casos los deudos no tenían como pagar los materiales o a mi y entonces yo asistía al sepelio y con mi mano hacía dos surcos sobre la tierra en forma de cruz.
¡Valla! Y la gente, ¿Qué decía?
Nada… Simplemente se marchaban a sus casas porque sabían que algún alma caritativa colocaría una cruz que podrían ver por la mañana.
Y … Usted no tiene nada que ver con eso…
No Señor, yo vivo de hacer cruces para la gente, pero si no tengo el material es imposible que lo haga. Sin embargo, hay uno que nunca falta
Y ¿Cuál será?
Ilustración: Death Runaway
Elio Montiel
La Fe Señor, la gente cree con todo su corazón de que su familiar tendrá una cruz en su tumba al día siguiente. Y hasta el sol de hoy no ha habido un solo caso en que eso no haya ocurrido.

El entrevistador un tanto incrédulo repitió. Y Usted no tiene nada que ver con eso…
No Señor. Si hay madera hago una cruz de madera y la coloco en su sitio, si hay hierro, hago una cruz de hierro e igualmente la coloco en su sitio y si no hay nada, hago dos surcos en cruz sobre la tierra para tranquilidad de la gente…
El hombre ya entrado en años, tomó su sombrero y se dio la vuelta. Con caminar pausado se dirigió a la puerta de salida y se despidió con un cortés abanicar de su mano.

Del otro lado de la línea, mi amiga suspiro profundamente y me dijo: Ya, te capto. Un día a la vez. ¿Verdad? 
Si, un día a la vez... 

Elio Montiel
Para Píldoras para dormir Conmigo mismo