Hablaba con mi amigo
Momo sobre la sustentabilidad, palabra que al parecer, acomodaticia, se utiliza
para “sostener” la idea o la razón de algo, que por factura goza de grandes
seguidores, propiciadores, apoyadores, sustentadores, además de la cualidad de la multi-contextualidad. En
otras palabras cualquier cosa puede ser precedida por ese adjetivo que parece
contener en su fuero, la capacidad de hacer posible absolutamente todo lo que
adjetive.
Lo cierto es que todo
lo potencialmente sustentable, de una manera profundamente esperanzadora
pareciera garantizar la dicha y felicidad de todo aquel y aquello asociado a
tal proceso “sustentable”. Claro está que en la carrera de hacer cualquier cosa
“sustentable” se olvidan de la sustentabilidad de los valores (de entre muchas otras cosas),
que solo puede ser lograda, mediante una educación “sustentable” que es a la
par “poco critica y realmente formadora”, el sentido “sustentable” del respeto
al otro y al entorno, y aun más las sustentabilidad del sentido de humanidad,
cosa que al parecer no nos identifica mucho como especie en la actualidad.
Hoy hablamos de
economías “sustentables”, modelos que buscan un desarrollo integrador de
objetivos económicos, sociales y medioambientales, que se basan en la
indiscutible y clara posibilidad de que lo que genere tal economía no pueda ser
“sustentable” en el tiempo porque la sustentabilidad de ella depende de
procesos, patrones, políticas o modelos, “sustentables” que acaban con dicha
sustentabilidad. Por ejemplo, Sustentamos la economía turística sobre el
deterioro y el daño continuo del medio ambiente natural. Se hace un espectáculo
turístico de la destrucción del Glaciar Perito Moreno o de la poca consciente explotación de
recursos naturales para satisfacer la demanda turística. Una economía basada en
la explotación de aquello que permitirá la sustentabilidad de la vida, en otras
palabras construimos caminerías para fotografiar la vida que próximamente será
insustentable. Eso es tan sólo un
ejemplo.
Ni hablar entonces de
la explotación agrícola sustentable o de
la sustentabilidad de la modificación genética de las semillas o de los
animales en nombre de la sustentabilidad alimenticia. La Humanidad es el “Objetivo
Sustentable Primordial” sin embargo hoy día la criminalidad parece ser lo más
sustentable. Hablo de carreras armamentistas sustentables, guerras
sustentables, delincuencia sustentable, hambre sustentable y un ciclo de pobreza
sustentable cada vez más pernicioso, todo en pro de una seguridad mundial
sustentable entre otros tópicos que no se distancian del adjetivo en cuestión.
La pregunta inmediata
es ¿Para quién es la sustentabilidad X?
¿A quién beneficia la tal sustentabilidad X? Generalmente el concepto sobre
sustentabilidad en cualquiera de los tópicos que
se adjetivise, concluye que es
para las generaciones actuales (garantía de sobrevivencia de la especie humana)
y las futuras (garantía de supervivencia humana). Grandes preguntas quedan sin
respuestas sustentables, quizás porque el sustento no tienen que ver
exactamente con beneficiar la especie sino a un claro sector de la especie.
En efecto, lo único que
no pareciera ser sustentable es el humanismo, nadie quiere invertir en ello,
pero quieren recibir todo lo humanamente posible para ser felices, porque la
felicidad también puede ser “sustentable” sin embargo cómo puede ser algo
sustentable cuando nace de lo fallido e incorrectamente sustentable. No dudo le
dije a mi amigo Momo que seguramente habrían grandes y buenas intenciones en la
sustentabilidad empedrando el camino hacia el abismo.
Elio Montiel
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