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lunes, 2 de noviembre de 2020

Momo, la política y el político





Prensa libre. Elio Montiel - Emon. Dibujo.
22,8 x 30 cm. 2020. A.P.

Había salido de casa por unos breves momentos para cancelar la deuda de condominio en una oficina cercana. Podía haberlo hecho “on line”, pero sentí la necesidad de caminar aunque fuese unas pocas cuadras. 

A decir verdad, el recorrido no fue muy gratificante, en realidad algo gris según mi percepción de las cosas y las personas que vi. Como he dicho en otras ocasiones pienso que mi cerebro trabaja en diferentes dimensiones, y la calle, en esta oportunidad, pareció despertar a todas y cada una de ellas… 

De regreso, al llegar a la puerta de la casa, encontré a mi siempre inesperado amigo Momo, dormitando cual el felpudo que da la bienvenida. Hice sonar las llaves y Momo se sobresaltó diciendo: Estoy despierto, estoy despierto y acto seguido preguntó. ¿Dónde diablos estabas? 

Respondí a manera de chiste. Entregando un informe de Seguridad Nacional… 

Abrí la puerta cediéndole el paso, que no dudo en aceptar, lanzo su bolso en el sofá y se acomodó viéndome como quien vigila a un ratón salir de su agujero. 

Pensé que estarías en campaña, dada nuestra última conversación. Comenté irónico. Reclinó su barbilla en la mano apoyada en el brazo del sofá e hizo una mueca a manera de sonrisa burlona. De allí, no pasaron dos segundos cuando lanzó su pregunta. ¿Qué hace un político? 

Me sorprende tu pregunta, aun cuando sé de tu interés y deseo de ser Presidente. Respondí. 

¿Qué hace un político? Lo que hacemos Tú y Yo, es decir, cualquier persona, que por ideas, razones e intereses, participe en actividades identificadas como partidistas, indistintamente, si tienen o no un cargo público. Sin embargo, desde su concepción más amplia y a mi manera de ver, en lo que a política se refiere, es lo que permite la convivencia dentro de un grupo social. 

Cuando Papá decía: “los niños, a la cama a las 9 de la noche, ¡que mañana hay cole! Y deben levantarse temprano”; Papá era quien tomaba las decisiones del grupo, dándonos la línea a seguir. Era el Líder. Administraba los ingresos familiares buscando satisfacer las necesidades de todos los integrantes de la familia, velaba por la seguridad y definía las prioridades con el apoyo de Mamá y la información que obtenía del grupo familiar. 

¡Claro! Ya sé que esa no es la respuesta que buscas, sin embargo, es a mi entender lo que hace un político. ¿Captas? Momo se quedó mirando con atención. 

Pues, un político hace aquello que busca la satisfacción de las necesidades de quienes eligen su liderazgo; nada más simple que eso. Un político, es aquel que asume la responsabilidad de trabajar duramente para otros, en el beneficio de otros, por la justicia de otros, que es a su vez, trabajar para beneficiarse y recibir la misma clase de justicia que el otro, porque comprende que el forma parte de quienes lo eligen. No se distancia de ellos sino que por el contrario se acerca a ellos para entender sus necesidades. 

Un político se construye a partir de ese principio, otra medida no existe, o puede resultar incierta, pero el problema comenzó con la construcción histórica de lo que es la política y un político. Eso es lo que ha desviado la acción política de la fuente de su propósito, que no es otro que la gente, propósito que se ha transformado en el tiempo en moneda de cambio, de allí que el político crea en su fuero interior, que debe recibir y no dar y la gente ha ido perdiendo su sentido de responsabilidad de accionar junto al líder elegido. 

Tú, que deseas ser presidente, deberías tener eso en mente. ¿Qué político quieres ser? Uno que les recuerde permanentemente a quienes decidieron aceptar su liderazgo por elección, que deben acompañarlo al escribir la historia de una verdadera Nación, u otro que jugando a ser político, olvide la fuente de su poder, que al final, siempre será tan sólo una cuota. 

Algún día te contaré la historia de un Líder Cátaro que perdió la vida en un sueño en el que salvaba a su pueblo. 

Espero no haberte cansado con lo que he dicho, pero seguramente tendrás algo más en que pensar. ¡Ah! Y una última cosa. La raza humana es la única que es capaz de construir su presente desde la negatividad de las ruinas de su pasado y formar un mundo de intolerancia y resentimiento que apabulla en sus acciones. 

Momo se levantó del sofá, fue a la nevera, tomó un vaso de leche, lo lavo, para mi sorpresa, recogió su bolso del sofá y me tendió la mano muy formalmente en señal de despedida. Estrechamos las manos viéndonos a los ojos y finalmente se retiró con la promesa de una nueva visita. 



Que descansen. 

Elio Montiel 
Para Píldoras para dormir conmigo mismo 

Noviembre de 2020 

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