A Armando D
Conversé con una amigo
que se encontraba en un estado de profunda tristeza ya que en días recientes
habían robado su casa, sin daños directos a su vida, pero si a su propiedad y a
su ánimo y sentido de esperanza.
Se lamentaba de su
situación de salud y de no haber podido hacer nada; llegando a manifestar la
idea de “terminar con todo”.
Existen situaciones por
las que atravesamos que sin duda alguna nos hacen repensar las razones en las
que hemos fundado las bases para justificar, por así decirlo, nuestra
existencia, fundamentos tales como familia, hijos, trabajos y obligaciones,
deseos o simple riqueza material; factores comunes en la percepción muchas
veces infundada del por qué estamos en este “mundo manifiesto”.
Esos factores
inhiben de alguna manera la incertidumbre natural del día a día y por esa razón
hacemos de nuestra particular concepto de seguridad el eje central de nuestra
autoconfianza, olvidando que nada es inamovible. Por el contrario la
transitoriedad de todos los fenómenos es la realidad de la existencia. Nada es
permanente.
Hemos construido
puentes, porque hemos encontrado en nuestro camino, abismos que en su momento
consideramos insalvables, y atravesado mares deseosos de romper los límites de
nuestro día a día y hemos fortalecido nuestras debilidades a cada paso, pero más
allá de los puentes, las aventuras y victorias, los logros de la ciencia y la
tecnología; hemos aprendido a sabernos fuertes y capaces de levantarnos por
encima de las dificultades y encontrar horizontes de esperanza a través de la
niebla de la duda para reposar nuestras cabezas tranquilos de vez en tanto. Sin
embargo, la dinámica de la vida nos seguirá presentando nuevos retos y
dificultades que nos pondrán en el camino de superarnos aún a pesar de nosotros
mismos, quienes a veces hacemos lo indecible por obstaculizarnos, sin reconocer
nuestros miedos.
La principal
responsabilidad es la de cuidar nuestra vida como objetivo y misión,
seguir construyendo
puentes, atravesar mares unas veces tranquilos, tormentosos
otras, pero siempre sabiendo la línea del horizonte que hemos hecho nuestra
meta…
***
Mas tarde en la noche
le escribí un mensaje a mi amigo donde le decía de mi preocupación por esa idea
desesperanzada en su cabeza y le dije además “Tienes que encontrar fortaleza en
todo lo que logras, llena tu vida de pequeñas o grandes victorias, al final lo
que importa es cuan bien te sientes contigo mismo. No te puedes dejar Vencer.
El miedo puede ser a veces tu peor enemigo, pero también lo que te ayuda a
levantarte y seguir adelante…
Elio Montiel
Que descansen
Píldoras para dormir conmigo mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario