Con frecuencia recibo llamadas de
personas amigas que me relatan con
respetada confianza sus circunstancias personales. No siempre había sido así,
hasta que un buen día tomé la decisión de aprender a escuchar, aunque sé, que
todavía hablo mucho.
Me narraba este amigo una
circunstancia en la que no se reconoció así mismo una vez reflexionadas sus
acciones, - ¡No entiendo como pude actuar así! Yo, no reacciono de esa manera… insistía
sorprendido mientras me contaba aquello que por su agitación me dejaba ver el
impacto que le había causado su actitud.
Comencé diciendo; - A veces es
bueno redescubrirse aunque sea en situaciones en las que al parecer la razón no
está de nuestro lado, o incluso cuando aun teniendo razón, reaccionamos de
manera distinta a como quienes nos rodean están acostumbrados.
Conocerse a uno mismo es un
aprendizaje continuo, vamos descubriéndonos a cada paso que damos,
permitiéndonos así ir asimilando quienes somos. Como seres humanos estamos
dotados de distintas facetas que se revelan según las circunstancias y como
todo aprendizaje a veces no es tan agradable. Lo cierto es que somos una
unicidad compleja, es decir, somos quienes somos y debemos aprender a vivir con
eso sin relegar a un segundo plano la responsabilidad que tenemos de corregir o
mejorar quienes somos.
Cuando nos ocurren situaciones
que por distintos factores, llámese miedo, desconocimiento, carácter, no
sabemos cómo manejar, activamos respuestas que muchas veces nos pueden resultar
un tanto distintas a como suponemos. La novedad que cada circunstancia negativa
o positiva posee, se convierte en maestra de nuestra personalidad. Lo importante es que tanto podemos aprender
de ello y que tanto podemos mejorar.
Si bien deseamos ser personas de
integridad, ajustados a la moralidad aprendida y la ética forjada por nuestros
principios y valores, también es cierto que en nuestros corazones coexisten
simultáneamente lo negativo y lo positivo, negarlo significaría negarse a uno
mismo descaradamente, es como tapar un espejo para no ver nuestra imagen
reflejada, no obstante el reflejo nos alcanzará cada vez que no enfrentemos con
respeto a lo que somos. Si de manera inesperada reaccionamos de forma negativa
y no entendemos claramente lo que eso significa porque contradice aspectos
nuestros con los que hemos convivido a lo largo de ese grandioso aprendizaje y
auto conocimiento, no significa que eso no forme parte de nosotros mismos, por
el contrario, es también una parte de lo que somos que amerita de nuestra atención
para transformar y enriquecer al individuo que queremos forjar y sostener de
manera coherente.
Mi amigo inmediatamente me
preguntó ¿Quiere decir que eso que desconocía de mi, también soy yo? ¡Correctamente!
Respondí. Solo que es tu decisión desconocerte, que sería igual que negarte o
permitir que ese nuevo Maestro despierte tu deseo de seguir siendo un mejor ser
humano.
Luego de nuestra conversación. Mi
amigo se fue bastante sereno y confiado…
Feliz Noche y que descansen.
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