¡Tengo problema! Y le respondí
¡yo también! Pero ¿cuál es la diferencia entre tus problemas y los míos? Los
míos, son muy grandes, como inmensos muros que parecen crecer a medida que
intento trepar por ellos. Me dijo: Si, entiendo, de igual manera tampoco veo la
salida… Argumente, si son tan grandes ¿cómo es que estamos aquí? Respondió: No
te entiendo. Le dije que probablemente, eso era lo más importante. Existe un
lugar, aquí, justo ahora, donde podemos detenernos para marcar la dirección
hacia donde queremos ir, el avance que tengamos dependerá de ese aquí y ese
ahora de lo que estamos viendo y no de lo que queremos ver más allá de esos
muros.
Nuestros miedos, son los
principales colaboradores en la ficción de la realidad, en algunos casos es tal
su destreza que nos permite creer que esa ficción es la realidad, desviando
nuestra atención hacia cosas que realmente no existen. Esa ficción de la
realidad encapsulada por nuestros miedos nos expone con nuestras debilidades
ante situaciones que parecen imposibles de resolver, pero siempre existe un
claro dentro de esa maraña de oscuridad y de eso se trata el aquí, lo que está
en tu corazón, queremos resolver los imposibles desde la ficción de nuestros
miedos y no desde nuestro corazón. Es un laberinto donde el gran Minotauro es el
mejor amigo que desea ayudarnos a salir sin problemas de tal dificultad o el
dragón de siete cabezas que desea alimentarnos para que podamos vivir. Parece
imposible creer que esto sea así, sin embargo, se repite una y mil veces a lo
largo de nuestra vida.
El corazón es el aquí, es sinónimo de coraje, es donde
se encuentra la valentía para dar un paso a la vez en cualquier
circunstancia. Es la clave para entender que nuestra realidad, muchas veces es
sólo una ficción creada por nuestros temores y que estos nos impiden captar que
nuestras debilidades no son otra cosa que fortalezas en proceso de
desarrollarse en nuestras mejores herramientas para combatir nuestros miedos. De allí que sea tan importante el ejercicio constante de fortalecer nuestro corazón
porque de esa manera fortalecemos, el valor, el respeto a nuestra vida y la
esperanza para ser cada vez mejores.
Buenas noches… que descansen…
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