Fotografía: Elio Montiel |
La vida de las
organizaciones actuales se basa en establecer como guías de sus acciones, una
serie de valores que identifican su querer hacer en función de los objetivos a
alcanzar en materia de negocios, relaciones comerciales, pertenencia,
globalidad, proyección y crecimiento; dicho sea de paso, algo que es
absolutamente válido en función del desarrollo de las comunidades directamente
vinculadas a estas organizaciones o bien, en el uso de los recursos… la
responsabilidad y el compromiso son dos de esos grandes valores pulsados en las
organizaciones. Ambos son los únicos con los que se puede construir el bien
colectivo… ¿De quién? … Al fin y al cabo
siempre habrá intereses particulares que determinarán el concepto de valores
como lealtad, humanismo, y por supuesto responsabilidad y compromiso… Puras
mentiras.
Una sociedad,
colectivo u organización sin compromiso no puede heredar compromiso, “lo
perfecto no hereda lo imperfecto”, solía decir mi Padre. El compromiso es un
valor que sólo nace en el corazón de las personas, sí y sólo sí, quien lo
transmite está comprometido a que florezca ese valor en el corazón de otro, es
decir, el compromiso es una declaración de principios, una promesa… una
herencia que sólo puede ser otorgada por quien la posee.
Es una lección muy
dura cuando nos damos cuenta al escuchar a una gran cantidad de disertantes
que hacen uso de ese principio en su discurso y pasa simplemente como eso,
parte de su discurso, sin realmente estar depositado en el corazón, en su vida…
por consiguiente, no puede heredarlo, entregarlo.
El compromiso es la
vida misma, es la acción diaria y no está vinculado con objetivos mezquinos,
egoístas, ni particulares. El compromiso es solamente aquello que forma parte
de la piel y se transforma en otro cuando lo brindamos con devoción por la
vida, en una entrega total para el bien de otros y eso se logra cuando
entendemos que el compromiso es con la vida para que donde haya vida, haya
compromiso.
Aclarar la visión
sobre nuestro mundo, con lo que nos rodea nos permite indefectiblemente abogar
por ese maravilloso principio que nació para dar a la humanidad la posibilidad
de conservar y proteger todo cuanto próximo se encuentra, entonces, el
compromiso es con mis hijos, mi esposa, mi hogar, mi comunidad mi sociedad, mi
país y el universo entero.
Entonces, ¿Qué es el
compromiso?
… Una forma de vivir…
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